CANDELABRO PIEDRA

Siempre me han gustado las piedras de río, sus formas redondeadas, antes las grandes las pintaba y las hacía servir de pisapapeles. Pero en esta ocasión vamos a darle un poco más de protagonismo. La única pega es que hay que coger la mochila y perder una mañana en el río buscando piedras.

PASO 1.
Os propongo que os hagaís con unas cuantas y adelante con este candelabro de piedra. No tiene ningún misterio, lo difícil es que encajen las piedras de mayor a menor, porque encontrarlas planas cuesta un poco, por lo menos a mi me costó.

PASO 2.
Una vez bien limpias y secas, hay que pegarlas una a una, es decir, hasta que no esté bien pegada la primera no pegaremos la siguiente. Es conveniente encontrar un adhesivo transparente, hoy en el mercado hay una gran variedad y no hay ningún problema en ello, pero aquí el que se tenía a mano era blanco y una vez seco se veía todo el pegamento, porque hay que poner cantidad. Para solucionar el problema, se pegaron tres trocitos de cuerda,

esta vez podemos utilizar cola de carpintero, (la blanca que al secar se hace transparente). Solucionado el problema y todo bien seco, se barnizó con un barniz de alto brillo, del cuál le dimos dos capas.
Se le coloca un portavelas pequeñito y a funcionar. Queda original o no?

Os enseño otro acabado, aprovechando que se acercaba la Navidad se pintó de color plata.

Las piedras pequeñitas se pueden pintar doradas o plata para decorar acompañadas de velas...

Espero que os entretengaís con esta entrada y si teneís algún comentario ya sabeís, me lo haceís llegar....